martes, 8 de noviembre de 2011

Una buena costumbre: pasear los perros y compartir juegos

Del mismo modo que ha de comer regularmente, el perro ha de realizar ejercicio a diario. Lo ideal es ser estable e imponer horario fijo. En cuanto a la duración de los paseos, la única regla es que cuanto más, mejor. Posiblemente el perro estará encerrado en casa la mayor parte del día, pero es un animal que no está diseñado para la inmovilidad. La falta de ejercicio puede causar problemas de salud y carácter al animal, además puede destrozar la casa por simple aburrimiento. Las distintas razas de perros tienen diversas necesidades, por lo que puede ser conveniente averiguar primero cuál es la más adecuada para el tipo de vida que se intenta darles.

¿Cómo sacar un perro a pasear? Para algunos animales existe un collar llamado “collar de castigo”, que no es tanto de castigo, sino que su diseño hace que cuando el perro “tironee”, ésta se cierre y el perro sienta que se está ahorcando para aminorar su marcha. Debe ponerse en el cuello inmediatamente donde termina la cabeza y comienza el cuello.
También es importante no ser un dueño desconsiderado, al sacarlo a pasear, se debe llevar bolsas plásticas para sus deshechos, y usarla como un “guante” para recojer sus necesidades.

Nunca se debe llevar el perro suelto en la calle Siempre se los debe llevar con correa, para ahorrar problemas. Aún cuando se trate del perro más obediente y manso, puede abalanzarse sobre una persona mayor o un chico con la intención de jugar, puede asustarse y morder, puede espantarse por un ruido o una circunstancia no habitual para él y escaparse, puede seguir a una perra en celo, corriendo el riesgo de extraviarse o ser atropellado.
Estos peligros se potencian aún más cuando dejamos que el perro salga solo a la calle, especialmente si vivimos en una ciudad. Los animales de gran porte también beben tener bozal al pasear en la vía pública.

¿Hasta qué punto respetamos la higiene? Este es un tema que preocupa mucho a quienes son conscientes del riesgo sanitario al que se exponen los habitantes de una ciudad sucia. Los dueños de perros que – bolsita o papel diario mediante – se hacen cargo de las deposiciones de sus mascotas son minoría. Además de contaminación visual, las heces constituyen un serio factor de riesgo sanitario. Un perro puede contraer graves enfermedades al entrar en contacto las heces de otro perro, y esto es tanto una amenaza para los cachorros como para los adultos de salud delicada o convalecientes de alguna enfermedad. No hacerse responsables de la suciedad producida por nuestro perro es una grave falta de higiene, respeto y sensibilidad comunitaria.

Juegos y Ejercicio: El juego responde a un instinto del perro que corresponde a la caza. Así, el atrapar una pelota podría ser el igual a cazar una presa en estado salvaje. Un perro necesita jugar, ya sea con otros perros, con las personas o con objetos. Gracias a los juegos se hacen más inteligentes porque desarrollan su cerebro, se vuelven menos destructivos en casa porque gastan energías y se entretienen. Si el perro no juega, lo más probable es que termine haciendo destrozos. La cantidad de ejercicio que necesita un perro depende mucho del tamaño, el estado de salud y su edad.

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