Chonino fue un perro de la Policía Federal Argentina, que dio su vida por la
comunidad en forma heroica, y en su honor, se declaró el 2 de Junio, -día de su
muerte-, como el día Nacional del Perro.
Chonino era un ovejero alemán que el el 15 de diciembre de 1977 ingresó a la Policía luego de aprobar las pruebas de aptitudes físicas y psíquicas requeridas. Fue adiestrado como perro de seguridad y clasificado como perro de presa, y sólo podía entrar en acción cuando había peligro de vida tanto para sus conductores como para terceros inocentes.
En la noche lluviosa del 2 de junio de 1983, Chonino fue asignado para un patrullaje de la Comisaría 45°, en Capital Federal, a los Suboficiales Luis Sibert y Jorge Ianni de la Policía Federal, patrullando la zona de la Av. Gral. Paz y Lastra. Al ver a dos personas sospechosas junto a un auto, los agentes trataron de identificarlos y verificar la documentación del vehículo, cuando ellos comenzaron a disparar contra los efectivos, a quienes hirieron gravemente. Casi al mismo tiempo, Chonino al observar que su guía había caído herido, se abalanzó hacia de uno de los delincuentes, y se prendió del brazo inmovilizándolo y desarmándolo. Entonces, el otro delincuente le disparó al perro en el pecho, hiriéndolo de muerte. Ya por caer al piso, el can logró arrancarle un bolsillo de la campera al delincuente, mientras se fugaban. Ya sin fuerzas, Chonino se arrastró hacia sus guías, que se hallaban tendidos en el piso, para lamerles tiernamente las heridas, para luego morir al lado de su guía; después murió su guía y el otro Agente pudo sobrevivir.
Chonino guardó en su boca, mientras moría, los documentos que el delincuente llevaba en el bolsillo de su campera, y gracias a este acto, los ladrones pudieron ser identificados. Cinco días más tarde, el personal de la Policía Bonaerense detuvo a los agresores, siendo condenados por la justicia.
Los restos de Chonino descansan en el Círculo de la Policía Federal Argentina, y en el predio del cuerpo de la policía montada hay un monumento en honor a este valiente Ovejero Alemán.
La Ciudad de Buenos Aires, en el año 1991, denominó Pasaje Chonino a un pasaje del barrio de Palermo, que une las calles Casares y Salguero. A Chonino se lo recuerda por su lealtad, valor y amor a su guía. En homenaje a él se eligió el 2 de junio para honrar a todos los perros que nos dan un ejemplo de nobleza y valentía, virtudes dignas de imitar por los seres humanos.
Chonino era un ovejero alemán que el el 15 de diciembre de 1977 ingresó a la Policía luego de aprobar las pruebas de aptitudes físicas y psíquicas requeridas. Fue adiestrado como perro de seguridad y clasificado como perro de presa, y sólo podía entrar en acción cuando había peligro de vida tanto para sus conductores como para terceros inocentes.
En la noche lluviosa del 2 de junio de 1983, Chonino fue asignado para un patrullaje de la Comisaría 45°, en Capital Federal, a los Suboficiales Luis Sibert y Jorge Ianni de la Policía Federal, patrullando la zona de la Av. Gral. Paz y Lastra. Al ver a dos personas sospechosas junto a un auto, los agentes trataron de identificarlos y verificar la documentación del vehículo, cuando ellos comenzaron a disparar contra los efectivos, a quienes hirieron gravemente. Casi al mismo tiempo, Chonino al observar que su guía había caído herido, se abalanzó hacia de uno de los delincuentes, y se prendió del brazo inmovilizándolo y desarmándolo. Entonces, el otro delincuente le disparó al perro en el pecho, hiriéndolo de muerte. Ya por caer al piso, el can logró arrancarle un bolsillo de la campera al delincuente, mientras se fugaban. Ya sin fuerzas, Chonino se arrastró hacia sus guías, que se hallaban tendidos en el piso, para lamerles tiernamente las heridas, para luego morir al lado de su guía; después murió su guía y el otro Agente pudo sobrevivir.
Chonino guardó en su boca, mientras moría, los documentos que el delincuente llevaba en el bolsillo de su campera, y gracias a este acto, los ladrones pudieron ser identificados. Cinco días más tarde, el personal de la Policía Bonaerense detuvo a los agresores, siendo condenados por la justicia.
Los restos de Chonino descansan en el Círculo de la Policía Federal Argentina, y en el predio del cuerpo de la policía montada hay un monumento en honor a este valiente Ovejero Alemán.
La Ciudad de Buenos Aires, en el año 1991, denominó Pasaje Chonino a un pasaje del barrio de Palermo, que une las calles Casares y Salguero. A Chonino se lo recuerda por su lealtad, valor y amor a su guía. En homenaje a él se eligió el 2 de junio para honrar a todos los perros que nos dan un ejemplo de nobleza y valentía, virtudes dignas de imitar por los seres humanos.
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